La destilación para la obtención de alcohol es una práctica muy antigua, cuyo invento se suele atribuir a los árabes. Sin embargo, existe documentación que demuestra que ya los egipcios utilizaban los alambiques o pequeños aparatos de destilación. El alcohol obtenido se utilizaba con fines religiosos y cosméticos.
La palabra alcohol es de origen árabe, al igual que alambique y alquitara. Su significado primitivo era “finísimo polvo de antimonio usado en cosmética”, y era un producto utilizado para pintar ojos y cejas.
A principios del siglo IX se inicia el desarrollo de la alquimia árabe, atribuyéndose el descubrimiento de la destilación para la obtención del alcohol a Ibn Yasid.
El primer gran difusor europeo de la destilación de vino es probablemente Arnaldo de Vilanova (Valencia 1240-1311). Este destilado se utilizaba con fines medicinales, y se diferenciaba el aqua ardens, de 60 grados alcohólicos; y del aqua vitae, de 90 grados.
La descripción de los alambiques para la destilación de orujos aparece ya en el siglo XVII. El jesuita Miguel Agustí describe los destilados de marc, por lo que puede suponerse que las destilaciones de orujo y vino empiezan en Galicia a partir de dicho siglo, debido a la facilidad con que los alquimistas de los diferentes conventos y órdenes religiosas se transmitían sus conocimientos y, también, a través del Camino de Santiago.
El origen del vocablo “espirituoso” aparece asociado al “espíritu del vino”, término con el que se denominaba a las bebidas alcohólicas, en general.
Además, esta definición mantiene estrechas connotaciones rituales y mágicas profundamente arraigadas en nuestra civilización.
La palabra “alcohol” es de origen árabe, al igual que alambique y alquitara. Su significado primitivo era “finísimo polvo de antimonio usado en cosmética”, y era un producto utilizado para pintar ojos y cejas.
La elaboración del aguardiente de orujo está en el corazón del viticultor. Es una bebida fuertemente integrada en la vida de labriegos y marineros, los cuales aseguran que una copa refresca en el calor y calienta en el frío. Además mata tristezas y mejora la voz.
“Una gota de aguardiente deja el estómago caliente y hace al hombre fuerte y valiente”
VOX POPULI
Existe la costumbre en los pueblos gallegos de tomar una copita de aguardiente por la mañana para “matar el bicho” y coger fuerza durante toda la jornada. Se brindaba “salud y por muchos años” y se contestaba “y usted que lo cuente”.
El aguardiente de orujo se utiliza para la elaboración de licores. Los más consumidos son el licor de hierbas y el de café. Con él también se preparan compotas de peras y manzanas
En medicina y en veterinaria popular existen muchas recetas de aguardentoterapia. El aguardiente de orujo se recomienda contra dolores de cabeza y de muelas, contra la gripe, catarro, torceduras y el reuma. En veterinaria se le hacían friegas a las ubres de las vacas con aguardiente cuando no daban leche.
En algunas zonas de Galicia se elaboraba el vino “abofado” (ahogado). Normalmente era vino tinto al que cortaban la fermentación con aguardiente para que quedara dulce.